Desde el sector reconocen que la demanda de público aún "es baja" y esperan que pronto crezca la oferta de películas en cartelera. El histórico complejo de Córdoba y la Peatonal es el único que aún no reanudó su actividad.
Hace pocos días, los cines de Mar del Plata reabrieron sus puertas y volvieron a proyectar películas, algo que hace un año no sucedía debido a la pandemia. Fue el último rubro en volver a la actividad, pero la vuelta hasta el momento es parcial, paulatina, “de a poco”, reconocen referentes del sector, quienes advierten que por ahora la concurrencia de público “es baja”, como así también la oferta de películas.
El ritual de sentarse frente a la pantalla grande con un balde de pochoclos para disfrutar entre desconocidos del sonido envolvente y la proyección de un estreno no fue posible durante los últimos 11 meses, hasta que el jueves pasado, protocolo mediante, se concretó la ansiada reapertura de las salas.
Sin embargo, no todas retomaron su actividad al 100%. Tanto en el sector de cines del Paseo Aldrey como en el Paseo Diagonal aún no abrió la totalidad de las salas. Y más notable aún, el complejo Ambassador, el único que sobrevive fuera de un paseo comercial, sigue cerrado.
Los cines del histórico complejo de Córdoba entre San Martín y avenida Luro aún no volvieron a la actividad y lleva un año sin funcionar.
Sin embargo, según pudo saber LA CAPITAL, no se trata por el momento de un cierre definitivo de este cine, sino de una vuelta paulatina de la actividad en general, estrategia signada por dos cuestiones clave: la concurrencia de público aún es baja y también lo es la oferta de películas en cartelera.
En Mar del Plata hoy hay en cartel solo seis películas. Las proyecciones han sido distribuidas por Cinemacenter en forma estratégica en los diferentes complejos de la ciudad.
“Tenet”, “Tom y Jerry”, “La noche mágica” y “Raya y el último dragón” se proyectan en los cines del Paseo Aldrey.
En las del Paseo Diagonal, la cartelera se completa con las cintas: “Tenet”, “Trolls 2 World Tour”, “Monster Hunter” y “Raya y el último dragón”.
Y en el complejo del shopping Los Gallegos se pueden ver “Tenet”, “Tom y Jerry” y “La noche mágica”.
Fuentes de Cinemacenter consultadas por LA CAPITAL explicaron que la vuelta a la actividad de los cines está enmarcada en “un sistema de aperturas paulatina”, ya que “al no haber una demanda de público grande y los costos de tener una sala andando son muy altos, se avanza paso a paso para no abrir todas las salas de una vez”.
Con respecto a la situación puntual del complejo Ambassador, el cine más antiguo de Mar del Plata y también el de mayor capacidad, todo indica que “en 15 días volvería a abrir solo la sala 1 y luego, de a poco, las demás” a medida de que lleguen más estrenos de películas y al mismo tiempo que avance la campaña de vacunación en la población.
“En Mar del Plata fue mas sencillo focalizarse en las salas que están en centros comerciales porque también se cuenta con el apoyo de los mismos en todo sentido”, apuntaron.
Asimismo, desde Cinemacenter aclararon que este sistema de apertura “forma parte de una estrategia que vienen haciendo muchas cadenas de cines porque los costos operativos son muy altos y la demanda de público irá creciendo de a poco”.
Pese a todo, el resto de las salas volvió a proyectar películas y el público las disfruta bajo el protocolo vigente para el sector.
Se espera que “de a poco” el público vuelva a acercarse a los cines y a retomar el ritual de sacar su entrada, ingresar a la sala, sentarse frente a la pantalla grande y disfrutar la película, una costumbre que ninguna plataforma de contenidos multimedia podrá reemplazar desde el sillón de los hogares, pese a la popularidad que adquirieron durante la cuarentena.
Medidas sanitarias
Además de abrir con su capacidad limitada en un 30%, las salas de cine aplican el sistema de las “burbujas sanitarias” de hasta seis personas.
En ese sentido, el protocolo indica que “dentro de cada una de las salas de cine la ocupación de butacas contiguas por grupos de convivientes no podrán ser superiores a seis personas y estarán conformadas por butacas contiguas”.
Asimismo, está permitida la venta y el consumo de pochoclos, golosinas y alimentos como de costumbre para disfrutar al ver la película.
El servicio gastronómico debe adecuar su funcionamiento a lo establecido en los protocolos aprobados para el desarrollo de su actividad.
Inicialmente, las entradas se comercializan únicamente a través de Internet y luego deben ser retiradas por las máquinas expendedoras automáticas de cada sala.
Asimismo, más allá de la programación, las salas unificaron un criterio a raíz de lo establecido en el protocolo: los horarios de las películas “están desfasados para no cruzar una función de una sala con la otra”, precisaron desde uno de los cines de la ciudad.
También, entre función y función debe llevarse a cabo un proceso de ventilación y desinfección de las salas, tal como establece el protocolo.
Por otro lado, “no se permite el desplazamiento de público durante el espectáculo”, indica la norma y agrega la necesidad del “uso de tapabocas, no llevarse las manos a la cara, desinfectar con jabón, detergente y/o alcohol los objetos que se usan con frecuencia, así como controlar la temperatura de los trabajadores previo a la entrada al establecimiento, la cual debe ser menor de 37.5ºC”.